
En una época donde las mujeres eran confinadas al hogar y sus roles estaban marcadamente limitados, Annie Londonderry rompió todos los esquemas. Con una bicicleta, una apuesta, y una determinación inquebrantable, esta joven madre estadounidense se convirtió en la primera mujer en realizar un viaje alrededor del mundo en bicicleta. Su hazaña, realizada entre 1894 y 1895, no solo fue un desafío físico, sino también un acto revolucionario que desafió las normas sociales de su tiempo.
¿Quién fue Annie Londonderry?
Nacida como Annie Cohen Kopchovsky en Letonia en 1870, emigró con su familia judía a Estados Unidos cuando era niña. Se establecieron en Boston, donde Annie creció, se casó con Simon Kopchovsky, y tuvo tres hijos.
Antes de su famoso viaje, no había indicios de que Annie estuviera destinada a convertirse en una leyenda ciclista. Era ama de casa, madre y no sabía andar en bicicleta hasta poco antes de su partida. Pero Annie era inteligente, emprendedora y, sobre todo, audaz.
La Apuesta que Cambió su Vida
En 1894, Annie aceptó un desafío extraordinario: dar la vuelta al mundo en bicicleta en 15 meses y ganar 5.000 dólares durante el recorrido. Supuestamente, este reto fue producto de una apuesta entre dos hombres adinerados, quienes dudaban de que una mujer pudiera lograrlo. Aunque la veracidad de esta apuesta nunca fue confirmada, Annie la convirtió en su motivación pública y su estrategia de marketing.
Un Viaje de Bicicleta, Publicidad y Valentía
Annie adoptó el nombre «Londonderry» tras conseguir su primer patrocinador: la Londonderry Lithia Spring Water Company, que le pagó 100 dólares por llevar su cartel publicitario en la bicicleta. Desde entonces, su viaje fue una mezcla entre aventura, espectáculo y estrategia de promoción.
Salió de Boston en junio de 1894 con una bicicleta Columbia de 19 kilos, ropa de mujer victoriana y sin experiencia previa. En Chicago, cambió su bicicleta por una más ligera (una Sterling), se puso pantalones de ciclista y empezó a adoptar un estilo más funcional, lo que causó revuelo en la época.
Recorrió Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y Asia, en parte en bicicleta y en parte utilizando trenes y barcos. En cada ciudad que visitaba, ofrecía charlas, vendía souvenirs, daba entrevistas y escribía artículos sobre su aventura. Su relato estaba lleno de exageraciones, mitos y anécdotas—pero eso también formaba parte de su genio: Annie no solo vendía una historia, ella se convirtió en un personaje.

El Regreso Triunfal
Annie regresó a Boston en septiembre de 1895, justo dentro del plazo de los 15 meses. No había recorrido el mundo únicamente en bicicleta, como muchos críticos apuntaron más tarde, pero sí fue la primera mujer en intentarlo y en usar la bicicleta como medio central para una travesía global.
Su viaje fue un símbolo del poder transformador de la bicicleta, que en esa época era vista como una herramienta de liberación femenina. “La bicicleta ha hecho más por la emancipación de las mujeres que cualquier otra cosa en el mundo”, dijo una vez Susan B. Anthony, y Annie fue prueba viviente de ello.
Legado
Después de su aventura, Annie escribió artículos para periódicos y vivió una vida relativamente tranquila bajo su nombre de casada. Falleció en 1947, y por décadas su historia cayó en el olvido. Sin embargo, su figura ha sido rescatada en los últimos años como un ejemplo de independencia, valentía y creatividad.
En el siglo XXI, donde el cicloturismo es una forma de vida para muchas personas, Annie Londonderry sigue siendo una inspiración. Su viaje no fue solo geográfico, sino una travesía hacia la libertad femenina y la ruptura de los límites impuestos por la sociedad.