Buscaba por toda mi casa alguna amarra para poder fijar mi carpa y saco en la bicicleta, no daba con la forma ni el método de acomodarlas para que no caigan en el camino llegando al punto de sentirme frustrado, incluso, mi mamá al verme rabioso se acercó y me dió una ayuda para lograr cumplir con la «difícil» tarea.
Recuerdo las ansias y la incertidumbre del cómo será el mini viaje y el cómo será la sensación de sentir la bicicleta con ese equipaje y alfojas, porque sí que se sentía bien pesada la bicicleta y pensaba en que si lograría o no llegar a punto de inicio.
Recuerdo ir en la calle sintiéndome enorme e increíble y mirando como la gente observaba mi bicicleta tan equipada y obviamente iba con el ego en las nubes creyéndome el «eventurero más grande de la historia». Cosas de novatos
Hoy, con viajes en el cuerpo y la experiencia ganada en viajes increíbles que he realizado y junto con lo que he aprendido también de la experiencia de mis amigos, me siento preparado y dispuesto a compartir mis experiencias, incluso logré trazar una ruta por mis propios medios y experimenté la energía de emprender un rumbo solo, y no lo hubiese logrado sin haber obtenido la experiencia necesaria y las ganas de afrontar una valentía de la que no todos gozan, logré salir de mi zona de confort y tomé la decisión más acertada de mi vida, VIVIR.
De vez en cuando miro hacía atrás, recordando viajes , mirando fotos y videos, y veo el cambio que logró en mí el entrar en el mundo de la #bicicleta, especialmente el del #cicloturismo, y veo combios personales, internos y sociales, hoy me atrevo y no pretendo mostrar mi ego, quiero motivar y de forma humilde inspirar a más cleteros que tomen sus bicicletas y emprendan el mejor viaje de sus vidas.